La gran pantalla es utilizada por los directores para contar historias con imágenes. Las guerras no son una excepción. Algunas películas bélicas se han convertido en clásicos y han quedado grabadas en la retina del espectador.
La finalidad de las películas de guerra ha variado con el tiempo. Al principio se utilizaban con fines propagandísticos, para ayudar a un determinado bando a ganar, animar a los combatientes e influir en la población. En la actualidad, tienen un fin comercial en la mayoría de los casos aunque el género documental destaca por su carácter más divulgativo y de denuncia social.
El cine bélico ha tenido altibajos en relación a su popularidad. Cuando las guerras asolaban determinados países los ciudadanos rechazaban ver películas sangrientas, realistas o violentas. Sin embargo, este género resurgió como un ave fénix en los años 60 y 80.
Por otro lado, el modo de enfocar las historias también ha cambiado ya que hace décadas sólo importaba la historia mientras que a mediados de los 90, el protagonista era el combatiente como ser humano que siente y padece.
A continuación hay unos cuantos ejemplos de películas representativas de diferentes guerras han perdurado en el tiempo:
Primera Guerra Mundial (1914-1918): Johnny cogió su fusil
Un soldado noteamericano es herido por una bomba y pierde sus extremidades y algunos de sus sentidos, en particular la vista, el oído, el olfato y el gusto. Incomunicado de cualquier persona, recuerda episodios donde la fantasía y la realidad se entremezclan dejándole confuso. El código Morse se convierte en su mayor aliado tras pasar varios años sin poder moverse. Su deseo es que le ayuden a morir.
Segunda Guerra Mundial (1939-1945): Salvar al soldado Ryan
Esta película ha sido incluida en más de 160 listas como una de las diez mejores películas de todos los tiempos.
La película comienza apoteósicamente con la invasión del día D durante la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de ocho hombres se embarcan en una peligrosa misión que consiste en salvar a otro soldado, James Ryan, cuyos tres hermanos han muerto en combate. El capitán John Miller (Tom Hanks) ha de conducir a sus hombres tras las líneas enemigas. Las dificultades hacen que los soldados comiencen cuestionarse sus órdenes, ya que arriesgan sus vidas por un solo camarada. Todos ellos se enfrentan a sus miedos con honor, honestidad y valor a lo largo de cuatro horas de metraje.
La Guerra de Vietnam (1964-1973): Apocalypse Now
Francis Ford Coppola dirigió en 1979 esta obra maestra basada en la novela El corazón de las tinieblas, aunque el escenario era Vienam. Recibió dos Óscar.
El capitán Willard es enviado a la jungla para localizar al coronel Kurtz, un ex-boina verde que ha organizado su popio ejército en medio de la selva. Las enfermedades y los miedos se van apoderando del protagonista que se va transformando paulatinamente en el mismo individuo al que debe localizar.
Los escenarios, las escenas memorables, la música y la dificultad en el rodaje de esta película han dado lugar a un clásico como pocos.
La finalidad de las películas de guerra ha variado con el tiempo. Al principio se utilizaban con fines propagandísticos, para ayudar a un determinado bando a ganar, animar a los combatientes e influir en la población. En la actualidad, tienen un fin comercial en la mayoría de los casos aunque el género documental destaca por su carácter más divulgativo y de denuncia social.
El cine bélico ha tenido altibajos en relación a su popularidad. Cuando las guerras asolaban determinados países los ciudadanos rechazaban ver películas sangrientas, realistas o violentas. Sin embargo, este género resurgió como un ave fénix en los años 60 y 80.
Por otro lado, el modo de enfocar las historias también ha cambiado ya que hace décadas sólo importaba la historia mientras que a mediados de los 90, el protagonista era el combatiente como ser humano que siente y padece.
A continuación hay unos cuantos ejemplos de películas representativas de diferentes guerras han perdurado en el tiempo:
Primera Guerra Mundial (1914-1918): Johnny cogió su fusil
Un soldado noteamericano es herido por una bomba y pierde sus extremidades y algunos de sus sentidos, en particular la vista, el oído, el olfato y el gusto. Incomunicado de cualquier persona, recuerda episodios donde la fantasía y la realidad se entremezclan dejándole confuso. El código Morse se convierte en su mayor aliado tras pasar varios años sin poder moverse. Su deseo es que le ayuden a morir.
Segunda Guerra Mundial (1939-1945): Salvar al soldado Ryan
Esta película ha sido incluida en más de 160 listas como una de las diez mejores películas de todos los tiempos.
La película comienza apoteósicamente con la invasión del día D durante la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de ocho hombres se embarcan en una peligrosa misión que consiste en salvar a otro soldado, James Ryan, cuyos tres hermanos han muerto en combate. El capitán John Miller (Tom Hanks) ha de conducir a sus hombres tras las líneas enemigas. Las dificultades hacen que los soldados comiencen cuestionarse sus órdenes, ya que arriesgan sus vidas por un solo camarada. Todos ellos se enfrentan a sus miedos con honor, honestidad y valor a lo largo de cuatro horas de metraje.
La Guerra de Vietnam (1964-1973): Apocalypse Now
Francis Ford Coppola dirigió en 1979 esta obra maestra basada en la novela El corazón de las tinieblas, aunque el escenario era Vienam. Recibió dos Óscar.
El capitán Willard es enviado a la jungla para localizar al coronel Kurtz, un ex-boina verde que ha organizado su popio ejército en medio de la selva. Las enfermedades y los miedos se van apoderando del protagonista que se va transformando paulatinamente en el mismo individuo al que debe localizar.
Los escenarios, las escenas memorables, la música y la dificultad en el rodaje de esta película han dado lugar a un clásico como pocos.
Patricia García
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